La reportera Ramona Tate tenía una misión que cumplir, pero Paul Armstrong, director del Instituto de Fertilidad Armstrong, era un serio obstáculo para destapar los secretos de la famosa clínica. ¡Y para colmo, Ramona se encontró con que estaba enamorándose de él! ¿Qué pasaría cuando descubriese quién era?
Hijos soñados
Ser esposa y madre era lo que Olivia siempre había querido. Su matrimonio de cuento de hadas con Jamison Mallory la había colmado con el amor y la dicha que tanto había ansiado, pero no podían tener hijos, y se estaban distanciando cada vez más. Jamison sabía lo mucho que Olivia quería un hijo. Tenía que encontrar la manera de que volvieran a ser felices.
Hija del escándalo
Enamorarse del jefe era algo casi prohibido, y la jefa de enfermeras Sara Beth O'Connell estaba perdidamente enamorada del suyo, Ted Bonner; un médico moreno, alto y guapo. Por eso, cuando Lisa Armstrong le pidió que actuara como espía la asaltaron los nervios. Y no sólo porque temiera ser descubierta, sino también porque aquello implicaba que tendría que trabajar muy, pero que muy estrechamente con el dedicado médico.
Cenicienta por un día
Cuando el guapísimo Chance Demetrios la invitó al baile del año, Jennifer Labeaux se imaginó una velada mágica en la que se sentiría como Cenicienta. El reloj dio las doce y todavía estaba en los fuertes brazos del doctor, pero sabía que aquel donjuán no podría ser jamás el padre que necesitaba su hijita...
Mi adorable vecino
Samantha Keating siempre había querido tener un hijo y, a pesar de haber enviudado, con la ayuda de la clínica de fertilidad Armstrong, su sueño estaba a punto de hacerse realidad... ¡por triplicado!
Contrato de matrimonio
Para salvar la clínica de su familia, Lisa Armstrong había accedido a tener un bebé del arrogante inversor Rourke Devlin. Pero primero tendría que convertirse en esposa...