A medio siglo de su asesinato, dos cosas sobre el padre Carlos Mugica se mantienen inalterables: su condición de protagonista central de la convulsión social y política de los años setenta y el desacuerdo acerca de quién ordenó su homicidio, si Montoneros o la Triple A. Con el rigor que lo caracteriza, Ceferino Reato disecciona la vida, la muerte, los usos políticos y hasta los hilos que mueven la leyenda del primer cura villero, en un libro caleidoscópico e imposible de abandonar. Carlos Mugica fue un personaje al que el término "fascinante" le queda chico. De la elite porteña a la villa de Retiro, del antiperonismo al peronismo, del orden conservador a la revolución guerrillera, del capitalismo al socialismo. Cincuenta años después de aquel atentado terrible que se cobró su vida —fue acribillado, indefenso, a la salida de la parroquia en la que terminaba de celebrar la santa misa—, Mugica sigue siendo un personaje tan moderno, seductor y polémico como lo fue en la época en la que le tocó vivir y morir.