Ya era suficientemente malo que sus socios le hubieran pedido que buscase nuevos locales para tiendas junto al guapรญsimo agente inmobiliario C.J. Turner... Y justo entonces su dรญscola prima dejรณ en su puerta a un bebรฉ con un certificado de nacimiento que afirmaba que C.J. era el padre. El pequeรฑo era como un sueรฑo, pero mientras compartรญa con C.J. las obligaciones que conllevaba, Dana Malone se esforzaba por mantener la calma. Pero cada vez que aquel hombre que tanto huรญa del compromiso la miraba con sus intensos ojos azules, ella se derretรญa...