Al menos eso era lo que Emily pensaba hasta que Mark la estrechó entre sus fuertes brazos. La ternura de sus besos borró cualquier complejo o inseguridad y los sustituyó por deseo. Emily deseaba con todas sus fuerzas que todo aquello fuera posible, pero ¿arruinaría su secreto de catorce años su segunda oportunidad en el amor?
Eran una madre soltera y un atractivo médico...