En las afueras de Salzburgo, un profesor de lenguas muertas llamado Loser se entrega a una vida de mera contemplación: una vida muerta. Pero las cosas no pueden dejar de suceder, y un buen día, a causa de un acto de lo más banal, el protagonista se ve empujado una vez más a la vida en sociedad. ¿Acaso ha sido intencionado ese acto insignificante? Si Loser, consciente o inconscientemente, ha intervenido en el orden del mundo, la consecuencia es clara por mucho que la evite: se está fraguando una historia y toda historia tiene que contarse. El chino del dolor, que representa lo mejor del reciente ganador del Premio Nobel de Literatura, nos ofrece un implacable análisis del proceso creativo y su relación con la realidad.
La crítica ha dicho:
«Handke se ha vuelto un clásico. [...] Un escritor que traza con su aguda, implacable mirada, y su oído atento, los contornos precisos del aire.»
El País
«Handke pertenece a la camada intelectual de los que hacen de la escritura un testamento incendiario, una diatriba contra las convenciones.»
Antonio Lucas, El Mundo
«Peter Handke, justo ganador del Premio Nobel de Literatura 2019, es el escritor que consiguió que el mundo, no los personajes ni sus conciencias, hablara en monólogo interior y que supiéramos lo que el mundo pensaba y cómo pensaba.»
Alejandro Gándara, El Cultural
«El Premio Nobel -¡por fin!- que Peter Handke acaba de recibir es un reconocimiento y una recompensa a una obra destinada a perdurar durante mucho tiempo.»
Eustaquio Barjau, ABC
Peter Handke (Griffen, 6 de diciembre de 1942) es un escritor austríaco, ganador del Premio Nobel de Literatura (2019). Estudió en un internado en Tanzember y sus estudios secundarios en Klangenfurt. En el año 1961 inició estudios de derecho en la Universidad de Graz que abandonó en 1965. Desde su juventud fue miembro de varios grupos de escritores. Se instaló en París en 1970 y tras viajar por varios lugares, retornó a Austria años más tarde.
Poeta, dramaturgo y novelista, la obra de Handke gira alrededor de la soledad y la falta de comunicación, con personajes angustiados y fuera de la sociedad, inmersos en problemas existenciales. Su producción literaria es muy extensa. Su primera novela se publicó en 1966, Los avispones y estrenó tres obras de teatro, entre las que se encontraba Insultos al público, una controvertida obra de antiteatro en la que cuatro actores discuten con el público.
En 1969 se presenta su primera colección de poemas y a partir de su narración detectivesca El miedo del portero al penalty (1970), escribió en colaboración con Wim Wenders el guion para la película que este último dirigió; una colaboración que se repitió en el film Cielo sobre Berlín (1987).