Mi primera participacioĖn en la marcha cicloturista Quebrantahuesos fue en el anĖo 1995. Aquel anĖo me presentaba en la liĖnea de salida sin prisas, sin nervios y sin conocimiento. Ausencia de conocimiento debido a la poca informacioĖn con la que contaba sobre la marcha y ausencia de conocimiento porque haciĖa falta tener poco talento para meterme en semejante berenjenal de la forma que lo haciĖa (llevaba escasamente tres meses saliendo en bicicleta). De hecho ni teniĖa bicicleta de carretera. Por lo que afrontaba la prueba con una bicicleta de montanĖa y cubiertas, que aunque eran lisas, eran de una anchura maĖs que considerable. LlegueĖ a la salida poco antes del inicio de la marcha por lo que teniĖa delante un millar de ciclistas. Zapatillas de deporte con rastrales ya que auĖn no me habiĖa dado tiempo a descubrir los pedales automaĖticos, culotte sin tirantes y un maillot que habiĖa comprado en unos saldos del Carrefour. Para verme. Cuando dieron la salida fui engullido por un tumulto de ciclistas y disfruteĖ como creo que no lo he vuelto hacer en ninguna otra edicioĖn ya que saliĖ sin nervios, sin presiones y con el uĖnico objetivo de finalizar. El tiempo que hice fue lo de menos: 10h 09 minutos.â¨
Pero a partir de participar en la QH, no se si echan algo en los avituallamientos o queĖ seraĖ, mi percepcioĖn del cicloturismo cambioĖ radicalmente. Aunque algo tiene de especial cuando es en la uĖnica marcha en la que he visto llorar a alguien cuando termina, y no pocos, tatuarse su recorrido en la pierna e incluso pedirse en matrimonio en lo alto de un puerto. Infinidad de historias alrededor de ella. El ambiente que se vive es indescriptible y hay que estar alliĖ para entenderlo. Como algo mediaĖtico, que es en lo que se ha convertido, genera pasiones y odios.
Asisten con idea de disputarla aquellos que son unos desconocidos, a pesar de
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ganar carreras en aficionados, y si consiguen ganarla pasan a estar en boca de todos. Por algo es la prueba de referencia a nivel cicloturista, sin menospreciar al resto.
El caso, es que despueĖs de aquella participacioĖn, hubo monotema para el resto del anĖo y sucesivos: Quebrantahuesos. Y un uĖnico objetivo: bajar tiempos. ⨠Pero tranquilos que esto se pasa con los anĖos si antes no te han puesto las maletas en la puerta de casa. De hecho, parece ser que el saĖbado por la noche del diĖa D y una vez terminada la marcha, en algunos restaurantes de la zona se ha pedido champaĖn para brindar. Pero no para que algunos cicloturista celebren que han conseguido su objetivo, sino para las mujeres de estos que brindan porque por fin ha terminado el suplicio. â¨
-CarinĖo, Âŋnos vamos este fin de semana a coger setas?â¨
-ÂĄNooo! ÂĄTengo que entrenar!â¨
[...]
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