Este segundo volumen de los Moralia abunda en el carácter misceláneo del conjunto de la obra, siempre al hilo de los variados intereses del autor y de las cuestiones que a su juicio son relevantes para la formación y el bienestar de sus contemporáneos. En «Sobre la fortuna», tratado muy breve, Plutarco relativiza la importancia de los dones que otorga la diosa en el nacimiento, y ensalza los de la inteligencia (previsión, sensatez, discreción...) para llevar una buena vida. El pequeño opúsculo «Sobre la virtud y el vicio» subraya que la primera propicia una existencia agradable mientras que el segundo la impide. «Consejos para conservar la salud» no es un tratado médico científico, sino un conjunto de recomendaciones empíricas, de medicina popular y para círculos amplios, sobre la dieta adecuada para una vida saludable, imprescindible para el desarrollo espiritual. «Deberes del matrimonio» es un discurso nupcial, dirigido a dos antiguos discípulos de Plutarco, acerca del modo de alcanzar la felicidad y la simbiosis, la amistad y la concordia, en el matrimonio (es reseñable que Plutarco subraye la necesidad de que la esposa se interese por la filosofía y la educación y cultive su espíritu). El «Banquete de los siete sabios», de autenticidad problemática, pertenece a la tradición del simposio dialogado, como El banquete platónico, y aborda multitud de cuestiones filosóficas y científicas. Por último, «Sobre la superstición» es una diatriba contra las falsas creencias y el ateísmo.