Los Poemas de Garcilaso de la Vega (1501-1536) aparecieron en una edición de su amigo Juan Boscán y publicada en 1543 por la viuda de este. No es muy extensa: tres églogas, cuarenta sonetos, cuatro canciones, una oda, una epístola y ocho composiciones de tipo tradicional de cancionero en versos octosílabos.
Garcilaso manifestó un gusto elevado en la selección de su vocabulario. Este se caracteriza por una elegante sobriedad en la expresión de sus sentimientos y en la descripción de la naturaleza. Se aleja de la artificiosidad de la lírica cortesana del siglo XV, y apuesta por un lenguaje llano y natural. Garcilaso es un extraordinario ejemplo de claridad expresiva.
Gran conocedor de los recursos técnicos de la poesía, cuida la musicalidad del verso que armoniza con la ternura de sus sentimientos. Estos son, básicamente amorosos. Se deleita, también, con la plácida belleza en la descripción de sus paisajes.