Alejada del mundo exterior, resultaba demasiado fácil fingir que Max y ella estaban juntos de nuevo, pero Laura sabía que la diversión y la felicidad no podían durar. En cuanto devolvieran a los pequeños a sus padres verdaderos, Max no tardaría en perder interés en ella. En especial cuando se enterara de que nunca podría darle una familia propia...