Él era el primer hombre que la trataba como una verdadera mujer... y no sólo como una princesa Cuando el comportamiento de aquella princesa exiliada empezó a ser imposible de controlar, el capitán lord Thomas Greaves tuvo que entrar en acción. Hacer de niñera de una joven mimada y demasiado bella no era precisamente la manera en que Thomas pensaba servir a su país, pero al menos así no se aburriría hasta que pudiera volver al mar. El difícil comportamiento de Isabella no había sido más que un modo de ocultar su soledad y su añoranza. Pero enseguida se dio cuenta de que no podía negar la atracción que sentía hacia el guapo capitán...