TambiÊn, para el dueÃąo de un ÃĄrbol de frutos, el aspecto y la materia
de mayor importancia es el fruto en las puntas de las ramas del ÃĄrbol, y para la
plantaciÃŗn futura, las semillas en los corazones de sus frutos, mÃĄs bien, que son
los corazones de sus frutos. Si el dueÃąo del ÃĄrbol es sensato, no harÃĄ que su
propiedad sea en vano al pasarle los frutos permanentemente a alguien mÃĄs.
De exactamente la misma manera; los elementos, que son las ramas del ÃĄrbol
llamado universo, y las plantas y animales, que estÃĄn en las puntas de los
elementos que son como las flores y hojas del ÃĄrbol y los seres humanos, que
son frutos y estÃĄn en el lo mÃĄs alto de las hojas y flores; el dueÃąo del ÃĄrbol de
ninguna manera le pasarÃa a otras fuerzas la adoraciÃŗn y el agradecimiento de
aquellos frutos, que son sus frutos mÃĄs importantes y el resultado de su
creaciÃŗn, y especialmente sus corazones, las semillas abarcativas de esos frutos,
y sus facultades de memoria, que son conocidas como âel corazÃŗn externoâ, asÃ
negando la soberanÃa de Su divinidad, y cancelando tambiÊn su ser adorado.
Gezondheid, lichaam en geest