Claire Farley se despertó en el hospital y no recordaba nada de su vida. Pero lo más sorprendente fue descubrir que llevaba puesto un anillo de compromiso. Y su prometido era ni más ni menos que el maravilloso Tye Kershaw, el marido perfecto: atento, cariñoso... y muy guapo.
Pero cuando recobró la memoria resultó que había una pieza del rompecabezas que no encajaba porque no recordaba haber visto a Tye Kershaw en toda su vida. ¿Qué hacía entonces viviendo en su casa, con aquel anillo en el dedo... y durmiendo en la misma cama?