Pasar tanto tiempo juntos iba a recordarles lo felices que habían sido... y lo felices que aún podían ser Mientras acunaba a la hija de Jess Hastings, Victoria Ketchum no podía dejar de pensar que aquella niña debería haber sido hija suya. Pero Victoria había dejado a Jess y se había casado con otro. Ahora viudo, el guapo ayudante del sheriff aún hacía que la pasión se encendiese dentro de ella, pero el dolor de su ruptura los separaba... o los había separado hasta aquel momento. Jess veía a Victoria únicamente como la doctora de su hija y Victoria necesitaba de los conocimientos de Jess para investigar el motivo por el que había aparecido un cuerpo en el rancho de su familia. Para lo cual iban a tener que trabajar juntos...