Arteaga: I

Si hay una cualidad importante que busco en una obra es su capacidad de sumergirme en su narrativa y convencerme por un momento, mientras dejo de percatarme de mi existencia, de que la única realidad que hay es la que el autor me presenta. Esta primera entrega ha tenido tal efecto, es sólo ahora, que termino de leerla, que descubro que la idea de estar atrapado en una pavorosa pandemia no parece tan descabellada, y que la verdadera ficción se quedó detrás de la última página. Por suerte, un discurso caprichoso e intrigante por parte del autor deja suficientes preguntas abiertas para ir sobrellevando la realidad mientras nos ofrece la siguiente entrega.