Chiara Cordiano estaba decidida a no enamorarse de su esposo... Había hecho todo lo posible por evitar su destino, pero, en un abrir y cerrar de ojos, se vio obligada a abandonar su pintoresco pueblo siciliano para ir a Nueva York. Deseaba odiar a Rafe. Pero con su misterioso atractivo y tentadora masculinidad, Chiara no tardó en ponerse a ronronear como una gatita...