David Sorrenson había sido militar, por lo que sabía mucho sobre el peligro y la seguridad, pero nada sobre niños. Marissa Wilder era su única solución. Aquella muchacha sensata y familiar sabía muy bien cómo cuidar a un niño y aceptó el trabajo de niñera... que la obligaría a vivir en el rancho de David. Él soñaba con compartir con Marissa una noche de pasión... o dos, aunque sabía que ella merecía algo mucho más duradero. Vivir con ella le haría sentirse muy confundido, tanto que incluso podría pensar que se estaba enamorando...