Ahora, Donna había vuelto a la ciudad, tenía su propio negocio y estaba más hermosa que nunca... y Marcus parecía decidido a demostrarle cómo debería haber sido esa primera noche. En esta ocasión, la experiencia en la cama fue fabulosa, ardiente y apasionada; sin embargo, al contrario de lo que Donna había esperado, no consiguió zanjar con ello aquel asunto pendiente... Porque el hombre que le había causado tanto dolor en el pasado era el padre del hijo que llevaba en el vientre...