No todo lo que reluce... es oro Ciro D'Angelo era un despiadado hombre de negocios que reconocía una oportunidad en cuanto la veía, y Lily Scott, con su dulce vulnerabilidad y antiguos valores, era la esposa que necesitaba. Todo lo contrario a las cazafortunas que lo habían perseguido durante toda su vida. Pero, en su noche de bodas, Ciro se dio cuenta de que Lily no era tan pura como él había esperado, y se preguntó si no sería tan interesada como las demás. Al parecer, su matrimonio había terminado antes de empezar, pero Lily ya era la señora D'Angelo y no había marcha atrás.