Lord Ian después de dos años de ausencia, pensaba que nunca más tendría que enfrentarse a la avalancha de sensaciones y recuerdos. Había logrado ahogar en la distancia todas las promesas que años atrás no habían conseguido cumplir. Pero el bautizo de la hija de su hermana y su mejor amigo, solo será la confirmación de que un océano no es razón suficiente para olvidar.
Pronto, ambos se darán cuenta que dos años distanciados cambia mucho las cosas, complica demasiado la situación y permite que todo lo que les rodea pueda echar a perder lo que sienten. Tal vez la única solución sea sopesar si de verdad les compensa lo peligroso que pueda resultar…