Por todo ello me resistí a celebrar mi último cumpleaños, precisamente, porque tengo poco que celebrar. Pero mis amigas se empeñaron en que me hacía mucha falta divertirme, así que me llevaron de fiesta y... bueno, prefiero olvidar esa noche.
Ahora que por fin he encontrado un buen trabajo, creo que ha llegado el momento de cambiar de aires, aunque para ello tenga que alejarme de mis amigos, mi casa o mi pueblo. Necesito encontrar mi propio lugar y asegurarme de que puedo valerme por mí misma, tras tantos años de dependencia económica y emocional.
Ha sido una decisión un tanto precipitada (rarísimo en mí, que le suelo dar vueltas y vueltas a las cosas), pero, de pronto, lejos de mi entorno habitual, tengo un empleo perfecto, nuevos amigos y una casa (aunque compartida). Y hasta puede que me conceda un poco de diversión.
Si estás pensando en sexo, sí, has acertado, porque no puedo permitirme nada más. Soy incapaz de amar a un hombre después de... (prefiero no mencionarlo). Pero tener una aventura con semejante pedazo de hombre... ¿Me atreveré?
Así que, decidido: ¿para qué buscar amor, tan difícil de encontrar, si podemos tener sólo sexo?