Carlos Fabra Vargas- Sant Celoni, Barcelona. EspaÃąa
Escritor de lo cotidiano y lo cercano consigue captar la atenciÃŗn del lector con relatos ÃĄgiles y sorprendentes. Intuimos que lleva un poeta dentro y aunque de momento solo tenemos trabajos en prosa, se aprecian algunos recursos sonoros y repeticiones en su estilo que le delatan.
Os presentamos la novela corta, Asesinato: crÃŗnica de un despido, como primera obra de Carlos Fabra Vargas. Es una obra sencilla y cercana, tanto los protagonistas como los espacios podrÃan ser allegados nuestros, pequeÃąos trozos de nuestra realidad hechos relato. Se apunta un estilo confiado y seguro hacia el control de la tensiÃŗn y el suspense en el argumento. Vamos a seguir muy de cerca a este escritor porque nos confesamos sus primeros lectores "fans" y esperamos nuevas obras en un futuro para nada lejano.
Si querÊis conocerle mejor, os dejamos leer su presentaciÃŗn con sus propias palabras.
Me llamo Carles Fabra Vargas, y vivo en Santa MarÃa de Palautordera, pequeÃąo pueblo de casas bajas y tejados humeantes en el crudo invierno vallesano. Tengo 35 aÃąos.
Si me preguntan desde cuando escribo, puedo contestar que escribo exactamente desde los 16 aÃąos, y lo hice para probar suerte con una chica. MÃĄs o menos desde esa edad, me lavo los dientes asiduamente. O puede que, incluso aÃąos antes, tambiÊn escribiera, pero con otros objetivos, todavÃa no muy claros; y puede tambiÊn que me lavara los dientes, pero por obligaciÃŗn, y no por placer- el placer que venÃa cuando intentabas besar a esa chica, pero que luego irremediablemente, te negaba el beso, porquÊ, aunque hubieras puesto todo el ahÃnco necesario en tu limpieza corporal- boca, cabeza, mirada reluciente, - y mucho mÃĄs esfuerzo en tu limpieza del alma- versos, poemas, pequeÃąas historias que idolatran a tu amadaâĻ- aunque hayas hecho todo eso, de nada servÃa, porquÊ llegaba el âbrandon walsâ de turno yâĻ yâĻ se llevaba a la chica.
Desde esa fecha escribo- por decirlo de alguna manera- en serio. Pero desde mucho antes sÊ, que soy escritor. Lo sÊ, aunque me lo nieguen, o aunque haya dÃas en quÊ me lo niegue a mà mismo. Lo sÊ, porquÊ, todos los dÃas, las historias que quiero contar me acompaÃąan a la cama, y al dÃa siguiente todavÃa estÃĄn ahÃ, esperando ser escritas. En todo momento me acompaÃąan, y no puedo librarme de ellas. Es una persecuciÃŗn, una agradable forma de intentar ser asesinado cada dÃa, por todos aquellos personajes â aunque siempre sea el mismo personaje con diferentes vestidos- que quieren matarme. O sea yo, quizÃĄs, el verdugo y la vÃctima al mismo tiempo, Âŋno lo sÊ?.
Divagaciones a parte, y concluyendo este intento- uno mÃĄs- por justificarme- confieso que siento verdadera pasiÃŗn por ciertos autores contemporÃĄneos, como Carlos Ruiz SafÃŗn, por Francisco Narla, por Javier GarcÃa SÃĄnchez- dÃŗnde recomiendo la novela âDios se ha idoâ, y sobre todo, por Javier Cercas. Y en este sentido y respecto a este autor, si he de confesar, que intento, en vano afortunadamente, convertirme en un Javier Cercas, pero que luego caigo en la cuenta de quÊ sÃŗlo soy Carles Fabra, para concluir, al final de una noche loca de desenfreno metaliterario que soy, ni mÃĄs ni menos que Carles Fabra.