La Casa de Sombras en Sunset Boulevard había sido testigo de un pacto suicida en los años cincuenta, del apogeo de las drogas en los sesenta y de la angustia de su última propietaria, Jilly Meyer, quien luchaba desesperadamente por salvar la mansión de las garras de su odiado padre y del brazo derecho de este, Coltrane.Coltrane era la peor amenaza de Jilly. Un hombre egoísta, astuto y cruel, decidido a llevar a cabo sus propósitos. Uno de ellos incluía a Jilly, pero, ¿para qué?Ella estaba obligada a detener a Coltrane. La salvación de su familia, de su casa y de su corazón dependían de que pudiera desenmascararlo a tiempo, aunque para ello hubiera que destapar el baúl de los recuerdos secretos.