Puede que August Cates sea el propietario de un viñedo, pero no tiene ni la más mínima idea de fabricar vino. Está decidido a honrar a su difunto mejor amigo haciendo lo que haga falta para que su negocio funcione, pero su sala de catas está vacía, su vino es imbebible y el legado de su compañero se está yendo al traste. Ningún banco le concederá el préstamo que necesita para salir a flote… hasta que una preciosa heredera llama a su puerta.
August lleva soñando con Natalie desde el momento en que se conocieron, pero su chispeante química enseguida dio paso a un estallido de ofensas mutuas. Ahora, un matrimonio rápido podría ayudarlos a ambos. Una farsa de boda, varias semanas viviendo bajo el mismo techo, y ya podrán irse cada uno por su lado. No debería ser tan complicado, ¿verdad?
Solo hay un pequeño detalle con el que no contaban: la desafortunada, insoportable e innegable atracción que sienten el uno por el otro.