Vive en una casa en el campo a las afueras de Atenas con su madre divorciada, una tÃa marcada por un trauma de juventud y sus dos hermanas mayores, que tienen un carÃĄcter y unas aspiraciones muy distintas a las de la voz protagonista, quien ama, por encima de todo, lo desconocido, la aventura. El personaje que encarna todos los anhelos de nuestra narradora es la abuela polaca, que un dÃa desapareciÃŗ para emprender una vida independiente fuera del matrimonio y lejos de sus hijas. De la abuela sÃŗlo queda el recuerdo de su rotunda decisiÃŗn, pero, a pesar de que la familia ha renegado de ella, constituye para Caterina una figura tutelar.
Mientras la heroÃna y sus hermanas acuden a fiestas, afrontan sus primeras cuitas amorosas y lidian con la canÃcula a lo largo de los tres veranos que recrea esta bella novela de formaciÃŗn, tratan de comprender las extraÃąas querencias de los adultos y se preguntan constantemente en quÊ tipo de personas quieren convertirse. Tres veranos es el amplio retrato de una feminidad diversa, compleja y, en ocasiones, contradictoria, una historia que encierra todo el encanto de aquellos momentos que inadvertidamente acaban convirtiÊndose en los momentos decisivos de una vida sÃŗlo cuando se echa la vista atrÃĄs.
ÂĢEl sol ha desaparecido de los libros de hoy. Por eso hacen daÃąo en lugar de ayudar a vivir. Usted estÃĄ entre quienes irradian ese sol. Siento una gran afinidad con Tres veranos.Âģ Albert Camus a Margarita Liberaki