El sheriff Spence Harding sabía que el eje central de todos los conflictos que estaban surgiendo era Maggie Peyton, potencial ladrona de museos y poseedora de las piernas más bellas de Colorado. Pero Spence sabía también que debía olvidarse de la bella licenciada universitaria porque sólo le causaría problemas.
La primera vez que Maggie vio a Spence Harding él estaba en el suelo y su diligencia estaba siendo asaltada. Desde entonces las cosas no habían mejorado. El sheriff estaba empeñado en que ella no andaba metida en nada bueno y se había convertido en su sombra... día y noche.