La suerte rara vez esta de lado de Ciera. Tuvo la “suerte” de ser robada en el estacionamiento de un bar y estaba a una mala resaca de perder su trabajo. Sin embargo, la vida se trata de diversión y arriesgarse, y nada que pudiera llevar a un buen momento estaba fuera de discusión.
Poco sabía Ciera que estaba siendo vigilada. Hay un ángel guardián que la mantiene a resguardo, pero él no tiene alas. Cuando Ciera se encuentra nuevamente en un aprieto, está listo para entrar en acción, pero su rescate tendrá un costo.