Tras haber esperado su tiempo, la princesa Samarah Al-Azem por fin estaba lista para acabar con Ferran, el enemigo de su reino y el hombre que le había arrebatado todo. En la quietud de la noche, le esperó agazapada en su dormitorio...
No era la primera vez que el jeque Ferran se veía al otro lado del cuchillo de un asesino... pero nunca lo blandía una agresora tan bella. Pronto la tuvo a su merced, algo que llevaba años deseando...