A Kelly Michaels la sedujo un atractivo desconocido y, cuando este se marchó de su pueblo en Texas, descubrió que se trataba de Jace Compton, una estrella de Hollywood, y que estaba embarazada de él.
Jace, que había comprado un rancho para tomarse unas vacaciones, regresó más de un año después, pero ella no estaba dispuesta a que la volviera a engañar. Sin embargo, al enterarse de que tenía un hijo, Jace decidió hacer suya a Kelly, por mucho que los demonios del pasado se interpusieran en su camino.