Al magnate Damon Blakely le quedaba poco tiempo para tener un heredero legítimo. Afortunadamente, existía la candidata perfecta para ser su esposa. Lily Grayson había sido una amante increíble... hasta que decidió abandonarlo. Y Damon descubrió el porqué cuando le propuso su plan: Lily ya estaba esperando un hijo suyo.La sorpresa y la rabia del millonario fueron rápidamente contrarrestadas por la oferta de su ex amante: Lily aceptaría que el niño llevara su apellido, pero el suyo sería un matrimonio sólo de nombre. Así sería... hasta que Damon pudiera volver a tenerla en su cama.