Después de pasar tres años en prisión por un delito que no había cometido, el cazarrecompensas Chase McCloud prometió no volver a acercarse a los Harper, que lo habían condenado mucho antes de que lo hiciera el juez. Pero entonces apareció la bella Raine Harper con una proposición que debería haber rechazado: que la ayudara a encontrar a su hermano desaparecido. Si conseguía encontrarlo, quizá tuviera la oportunidad de limpiar su buen nombre.
Así que aceptó el encargo, pero se prometió a sí mismo que después no volvería a acercarse a nadie que llevara el apellido Harper, empezando por Raine.
Claro que ella también podría cambiarse el apellido...