La primera vez que conocí a Chase Parker no tuve exactamente una buena impresión.
Yo estaba escondida en el pasillo del baño de un restaurante, enviando un mensaje a mi mejor amiga para que me salvara de la horrible cita que estaba teniendo. Él oyó y me dijo que era una perra, luego me ofreció un par de consejos para mis citas. Así que le dije que se ocupara de sus malditos asuntos, de su propia cita.
No pude dejar de fijarme en Chase, alto, magnífico y arrogante, pero yo regresé a mi miserable cita. Cuando pasó junto a mi mesa me sonrió, yo vi a su sensual trasero volver a su cita. No pude evitar enviar miradas ocultas al idiota condescendiente al otro lado del salón del restaurante. Por supuesto, me atrapó en más de una ocasión, y me guiñó un ojo.
De pronto, cuando el magnífico extraño y su súper sexy acompañante aparecieron en nuestra mesa, pensé que iba a delatarme. Pero en lugar de eso, fingió que nos conocíamos y se unió a nosotros, contando historias elaboradas y vergonzosas sobre nuestra falsa infancia. Mi cita de repente pasó de aburrida a extrañamente emocionante. Cuando terminó nos fuimos por caminos separados, pensé en él más de lo que jamás admitiría, aunque sabía que nunca volvería a verlo. Quiero decir, ¿cuáles eran las posibilidades de que lo volviera a encontrar en una ciudad con ocho millones de personas?
¿Cuáles eran las posibilidades de que un mes más tarde terminara siendo mi nuevo jefe sexy?
Reseña:
«Lo tiene todo: diversión, pasión, amor y drama. Vi Keeland es increíble y leerla es un acierto.»
Locas por la lectura romántica
Vi Keeland, autora best seller en más de 50 listas internacionales, supera el millón de ejemplares vendidos, y su obra ha sido traducida a 12 idiomas. Vive en Nueva York con su esposo y sus tres hijos.