Durante los peores años de violencia, el Magdalena nunca abandonó a su gente. Siempre fluyó. Quizás ahora, como sugiere este libro —resultado de cinco años de viajes desde el nacimiento del río en el Macizo Colombiano hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza— sea el momento de retribuir sus esfuerzos y dejar que se depure de todo lo que ha mancillado sus aguas.
Magdalena. Historias de Colombia descubre los paisajes y riqueza natural del río, su cuenca y sus gentes. Este libro es una larga declaración de amor a Colombia, una tierra "de colores y cariño" como la ha descrito su autor, un mensaje de que necesitamos volver a mirar al Río Grande de la Magdalena como eje de la reconciliación que requiere el país.