Esta es una historia de depresión, una condición que redujo a William Styron de una persona que disfrutaba de la vida y el éxito como un escritor aclamado a un hombre envuelto y amenazado por la angustia mental.
Con profunda perspicacia y notable candor, Styron rastrea el progreso de su locura, desde la sofocante miseria y el agotamiento, hasta la agonía de componer su propia nota de suicidio y su eventual y duramente conseguida recuperación.