Tan solo cruzar el río Rin encontramos la encantadora Selva Negra, una “gemela” alemana de la Alsacia francesa. Incorporamos en esta guía los lugares más destacados de ese territorio, perfectamente factible en el mismo viaje, pues hay muy pocos kilómetros de distancia y la experiencia es un complemento perfecto, tanto en lo arquitectónico como –sobre todo– en el disfrute de la naturaleza.