“Agamenón” fue representada por primera vez en el año 458 a.C. Esquilo narra en ella la vuelta a casa de Agamenón, rey de Micenas, quien al llegar solo encontrará un trágico final auspiciado por su propia esposa. Durante su ausencia de éste su esposa Clitemnestra ha establecido una relación adúltera con Egisto, primo de Agamenón y descendiente de una rama desheredada de la familia, quien está decidido a recuperar el trono que cree que legalmente le pertenece.