Salvo el crepúsculo se despliega como un collage inagotable que ofrece los temas recurrentes de la obra de Cortázar aunque con novedosas modalidades: el autor homenajea a poetas de distinta estética y nacionalidad, retoma a los fascinantes Polanco y Calac de 62/Modelo para armar, se entrega al tango y al jazz, a la pintura y al amor, a París y a Buenos Aires.
Una exquisita colección de gustos, recuerdos y opiniones de un artista extraordinario. Cortázar no llegó a corregir las pruebas de imprenta de Salvo el crepúsculo, que se publicó por primera vez en 1984, pocos meses después de su muerte, pero contiene las correcciones manuscritas que el autor incluyó a última hora.
En una obra tan vasta como excepcional, Salvo el crepúsculo es una interesante puerta de acceso a la obra de un escritor que, tal como dijo alguna vez Mario Vargas Llosa, "dio al juego dignidad literaria e hizo del juego un instrumento de creación y exploración artística tan dúctil como provechoso. La obra de Cortázar abrió puertas inéditas".
Julio Cortázar nacido en Bruselas en 1914, durante una estancia temporal de sus padres en esa ciudad, es uno de los escritores argentinos más importantes de todos los tiempos. Realizó estudios de Letras y de Magisterio, y trabajó como docente en varias ciudades del interior de Argentina. En 1951 fijó su residencia definitiva en París, desde donde desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos se encuentran entre los más perfectos del género. Rayuela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y marcó un hito insoslayable dentro de la narrativa contemporánea. Cortázar murió en París en 1984.