A medida que evoluciona la conciencia, el dinero se convierte en un reflejo de nuestra herencia divina y de la necesidad de materializar las ideas. Es esencial para el progreso, ya que permite que las ideas refinadas tomen forma y sean útiles. Sin embargo, comprender el dinero no se limita a obtenerlo; también implica utilizarlo de forma constructiva y armoniosa. La riqueza debe utilizarse en beneficio personal y colectivo, alineando el deseo personal con la ley universal.
Las antiguas formas de adquirir dinero, como la herencia, la atracción o el trabajo, se consideran ahora métodos limitados. La nueva conciencia reconoce que la riqueza proviene de la comprensión y aplicación de las leyes universales, a través de la integración de la mente personal con la mente universal. La verdadera realización de la riqueza requiere una visión clara y leal de la abundancia, con la que la mente debe dedicarse por completo a la creación y manifestación de los deseos.
Aprender a ganar dinero es sólo el principio; el verdadero reto consiste en utilizar la riqueza de forma que promueva la armonía y el bienestar general. El egoísmo y la separación crean desarmonía, pero a medida que evolucionamos, podemos utilizar la riqueza para fomentar la paz, el poder y la sabiduría. La nueva civilización busca una comprensión más lúcida de las leyes del dinero, utilizándolo para crear un entorno de plenitud y armonía, tanto para sí misma como para los demás.
A.R.Ribeiro.
Biblioteca del Nuevo Pensamiento