Este volumen incluye los siguientes relatos eróticos de temática gay del escritor Marcos Sanz:
Iván
Alex estuvo toda su infancia de una casa de acogida en otra hasta que acabó en casa de Iván, a quien llegó a considerar como su hermano mayor. Años después desarrollaron un vínculo que iba mucho más allá. Pero Alex conoció a un chico en el trabajo del que se enamoró y cortó el aspecto afectivo de su relación con Iván. Finalmente los dos “hermanos” acabaron en un pelea que llegó incluso a las manos y se separaron por lo que parecía, iba a ser para siempre. Sin embargo, años más tarde se reencuentran y la situación ha cambiado. Alex está libre ahora pero Iván aparece casado con Tamara, quien espera un hijo. Alex e Iván tendrán que volver a escribir su historia y encontrar la manera de que “lo suyo” funcione sin hacer daño a terceros.
Siete horas para amarte
Mateo trabaja en un bar de copas. Una noche Eduardo, un chico a quien aún no conoce, le confiesa que lo ha visto montárselo en el coche con su novia y que le gustó mucho lo que vio, aunque en la novia francamente ni se fijó. Mateo no quiere saber nada de esas historias, es hetero y nunca ha sentido absolutamente ninguna atracción por otros hombres. El problema es que tras conocer a Eduardo su cuerpo parece empeñado en traicionarle.
Veinte días
Versa sobre los veinte días que Adrián, un chico de veinticinco años al que su ex maltrataba, pasa en casa de sus tíos, en una paradisiaca isla... Y de la relación que surge entre él y su "tito".
La cata
Jorge es un nuevo rico que ha cogido por costumbre invitar cada año a un gay sin recursos económicos a una gira por sus clubes de perversión. Marco es el pobre que ha tenido la suerte de ser elegido. Couson trabaja para Jorge y no se fía un pelo de Marco, del que sospecha, tiene intenciones ocultas. Y lo de la cata... bueno, seguro que ya te habrás dado cuenta que no es una cata de vinos precisamente...
A saco
El protagonista de este relato va a saco. Supuestamente está buscando el amor pero al final siempre acaba recibiendo sexo... o recibiendo a secas.
Tu padre me pone
Nando tiene una curiosa manera de definir lo que le sucede cuando conoce a ese hombre fenomenal: "Pedazo tío. Pedazo sonrisa. Pedazo todo. Las cachas de mi culo estaban aplaudiendo." Más allá de este dato curioso, este relato cerdo-romántico te encantará.