En un escritor de casi todas las horas, como llegó a ser Alfonso Reyes, sus grandes obras iban avanzando al mismo tiempo que sus trabajos monográficos, artículos de divulgación, resúmenes de lecturas, prólogos, ensayos breves, versos, cartas y apuntes sobre cosas y observaciones menudas. El cazador reúne las crónicas anoveladas en las que Reyes revive el mundo político, literario y social que le tocó vivir. “Las hazañas de Mistral”, “Los libros de notas”, “Los huesos de Quevedo”, “Los orígenes de la guerra literaria en España” y algunos manuscritos olvidados, son algunos de los textos que componen este libro, en el que la escritura de Reyes se ve impulsada por una fuerza tenaz, manante: la de su vocación.