Por ser la más pequeña de los Rivera, Rosie estuvo rodeada de amor incondicional, apoyo y afecto, y no había nada que su familia no habría hecho por ella, en particular su hermana Jenni, quien, para Rosie, era lo más importante en el mundo. Con una fuerte voluntad y principios sólidos, Rosie estaba lista para conquistar el mundo.
Sin embargo, su vida daría un vuelco drástico cuando Rosie fue marcada por el abuso sexual del que fue objeto dentro de su familia a una muy temprana edad. Viviendo con miedo y oprimida por secretos dolorosos, estuvo agobiada por amenazas constantes, confusión y dolor. No sólo le fue arrebatada su infancia, sino también su confianza y su autoestima. Sintiéndose completamente hecha pedazos y perdida, Rosie se hundió en un mundo de hábitos destructivos y en una profunda depresión.
Por primera vez y con inquebrantable franqueza y valentía, Rosie comparte los traumáticos detalles de los abusos que sufrió, de su lucha diaria para salir adelante y de cómo gracias al cariño de su familia encontró, una vez más, el amor. Pero aún así, poco después la vida de Rosie sería duramente impactada otra vez cuando fue sacudida por la peor tragedia que podría haber imaginado y su más mayor miedo se hizo realidad: la muerte de su amada hermana.
En la misma medida desgarradora y edificante, la historia de Rosie constituye un testimonio verídico sobre la superación de la adversidad y una muestra de que a pesar de vivir los peores momentos posibles y sin importar cuántos retos se presenten en la vida, es siempre posible sobreponerse a las desgracias y encontrar la fuerza y la voluntad necesarias para soñar y vivir nuevamente.
CON FOTOGRAFÍAS
Prólogo de Mryka Dellanos.