La casa del frente debía ser mía. El plan ya estaba listo, remodelarla y venderla. Todo para tener el dinero suficiente para mudarme al oeste con mi pequeña. Pero a último minuto me ganaron mi oferta.
Mi nueva vecina es exasperante. Georgie es una bocona, es descarada y tiene unas piernas súper largas. Es muy buena haciéndome perder el control. Sabe exactamente dónde presionar, como si hubiera tomado una clase sobre cómo funciono. Sospecho que es su versión de un mecanismo de defensa, pero ahora tengo un sueño destruido... y una erección enorme.
La deseo. La necesito.
También la odio un poco.
A pesar de que lo intento, no puedo alejarme.
La falta de experiencia de Georgie con las herramientas va a derrumbar esa casa. Lo mínimo que puedo hacer es echarle una mano. Mostrarle cómo se hace. Voltearla y clavarla en la pared.
Una vez que la pruebo, me vuelvo un adicto. Me engancho a su alma.
Ahora estoy en el dilema de comenzar una nueva vida con mi hija o reparar el corazón magullado de Georgie.
Jessa James creció en la Costa Este, pero siempre sufrió de un caso severo de pasión por viajar. Ella ha vivido en seis estados, ha tenido una variedad de trabajos y siempre regresa a su primer amor verdadero, escribir. Jessa trabaja a tiempo completo como escritora, come mucho chocolate negro, tiene una adicción al café helado y a los Cheetos y nunca tiene suficiente de los machos alfa sexys que saben exactamente lo que quieren y no tienen miedo de decirlo. Las lecturas de machos alfa dominantes y de amor instantáneo son sus favoritas para leer (y para escribir).