Dos meses van trascurridos desde en que la fecha en que por deber patriótico, y creyendo ya inútil para la honra y salvación de la causa radical la lucha armada entre las fracciones liberales del Estado de Antioquia, celebramos el convenio de paz con el señor Pedro Restrepo U, base del armisticio que el señor general Gregorio Vergara y nosotros suscribíamos el 7 de marzo último en Salamina.
Desde entonces, tiempo de sobra han tenido el poder ejecutivo de la Unión, los jefes del Ejército que inconstitucionalmente fue enviado a intervenir en aquella contienda local, y nuestros enemigos personales para vanagloriare de su triste hazaña los unos, para calumniare cobardemente los otros.
Hemos aguardado con calma y pacientemente –hasta donde ha sido posible–la hora oportuna de escribir esta líneas, esperadas con ansiedad por nuestros amigos verdaderos y copartidarios leales; y de tan serena resignación fuimos capaces, porque no debíamos dejar de suponer que el resentimiento la dictaba, que un encono imperdonable pudiera excitarnos, y porque, en fin, cautela y previsión hubo en oír la ufanía de los decretadores y jefe de la intervención, y la calumnia ruines de los más inmediatamente interesados en conseguir la obra de iniquidad y aplaudirla.
Apenas nos creímos en el caso de ahorrarle al poder ejecutivo de la Unión el trabajo de publicar tales como fueron firmados, alguno documento que él recibió oportunamente, –y que reservaba por algo como... pudor, –sobre la paz concluida en –"San Lorenzo"– el 6 de marzo último.
Esa publicación que hicimos en calidad de por ahora en lo primero días de abril, pudo disipar, sólo en parte, el misterio con que se velaban lo antecedentes de aquellos convenios de paz y la forma definitiva que se les dio en "Rancho-largo" y "San Lorenzo".
Jorge Ricardo Isaacs Ferrer nació en Santiago de Cali, el 1 de abril de 1837 y murió en Ibagué, el 17 de abril de 1895. Novelista, escritor y poeta colombiano del género romántico. Jorge Se sabe poco de su infancia. amaica.
En 1854, luchó en las campañas de Cauca contra la dictadura del general José María Melo, por 7 meses. Su familia atravesó por una difícil situación económica a causa de la guerra civil.
En 1856 se casó con Felisa González Umaña, quien contaba por entonces diecinueve años, y que le daría abundante descendencia y perseverancia para que se escudara de ellos.
En 1860 tomó de nuevo las armas para combatir al general Tomás Cipriano de Mosquera, que se había levantado contra el gobierno central, y combatió en la batalla de Manizales.
En 1861 murió su padre; terminada la guerra, Isaacs regresó a Cali para encargarse de los negocios paternos, llenos de deudas. Tuvo que desprenderse de las haciendas "La Rita" y "La Manuelita". Sus desventuras económicas le llevaron en busca de abogados a Bogotá, donde encontró eco su actividad literaria. Leyó sus poemas a los miembros de la tertulia "El Mosaico", quienes decidieron costear su publicación (Poesías, 1864).
En 1864 supervisó los trabajos del camino de herradura entre Buenaventura y Cali. Durante el año en que desempeñó este trabajo, comenzó a escribir su novela María. En esta época, así mismo, debido a lo insalubre del clima, contrajo paludismo, enfermedad que lo conduciría a su deceso a los 58 años de edad.
Militó al principio en el Partido Conservador, pero después adhirió al liberalismo radical y, en 1870, fue nombrado cónsul general en Chile. A su regreso, intervino activamente en la política de Cauca, tanto como editor de periódicos como representando a su departamento en la Cámara de Representantes. Intervino de nuevo en las luchas políticas de 1876, en las que tomó de nuevo las armas. Fue expulsado de la Cámara de Representantes en 1879, a raíz de un incidente en que Isaacs, ante una sublevación conservadora, se proclamó jefe político y militar de Antioquia.
Tras este incidente, se retiró de la política, y publicó, en 1881, el primer canto de un extenso poema que no llegó a concluir, titulado Saulo. Nombrado secretario de la Comisión Científica, exploró el departamento de Magdalena, en el norte de Colombia, hallando importantes yacimientos de carbón, petróleo Los últimos años de su vida los pasó retirado en Ibagué (donde había dejado alojada su familia años antes), departamento de Tolima, proyectando una novela histórica que habría de ser su obra maestra y que jamás llegó a escribir. Murió en Ibagué el 17 de abril de 1895, siendo su última voluntad que su cadáver fuera enterrado en Medellín; no obstante, siempre expresó su amor por Cauca (su querido "país vallecaucano"): «¡Sí, mucho amo al Cauca, aunque es tan ingrato con sus propios hijos!».
La obra literaria cumbre de de Isaacs es la novela, María (1867), considerada una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX.