Dario di Sione debería sentirse victorioso. Estaba a punto de llevarse unos pendientes muy preciados y cumplir el deseo de su abuelo, pero lo único que sentía era furia. La hermosa abogada que se ocupaba de la transacción era la mujer que lo traicionó hacía seis años... ¡su esposa!
Dario, al descubrir que Anais le había ocultado el hijo que tenían, decidió ser el padre que él no tuvo, pero, al tenerla otra vez a su lado, vio el pasado con una perspectiva distinta y ya no quiso recuperar solo a su hijo.