Mientras luchaban por proteger el club de juego de los rumores, se convirtieron en el blanco de todos ellos.
Eliot Fitzharding, duque de Guilford, siempre había acudido a Penny House a disfrutar de los juegos de azar, pero últimamente se había dado cuenta de que se le aceleraba el corazón no cuando daba la vuelta a una carta, sino cuando se encontraba con Amariah Penny, la encantadora propietaria del club.
Amariah, una inteligente y bella pelirroja, también disfrutaba enormemente de la compañía de Guilford... quizá demasiado. ¡Ojalá no fuera tan atractivo!
De pronto alguien empezó a acusar a Penny House de dar refugio a un tramposo y amenazó con vengarse si no lo expulsaban. Y Guilford no dudó en acudir en su ayuda...
Secreto de seducción
¡Caballeros, esta noche, para todos ustedes, la señorita Caro Morton!
Lady Caroline Copeland, con el corazón acelerado por los focos del club de juego más elegante de Londres, salió con paso vacilante de detrás de la cortina...
Echó una ojeada a la multitud que tenía delante, pero sus ojos se quedaron clavados en el caballero de aspecto inquietante que la miraba con el ceño fruncido desde el fondo de la sala. La intensidad de su mirada era tal que le atravesó el disfraz, le secó la garganta y la hizo sonrojar. Caro se había jugado la reputación por estar allí y no podía arriesgarse a que nadie se acercara demasiado a ella y desvelara su secreto, independientemente de lo mucho que su cuerpo anhelara dejarse arrastrar...