Primera entrega de la nueva trilogía de Begoña Gambín «Socios Irlandeses» que llega con una apasionante y romántica historia de amor: la de Connor y Marta.
La sonrisa es uno de los primeros síntomas de atracción, pero si además enciende pasiones... ¿quién puede resistirse?
Connor es un economista tímido y huraño, socio de una empresa de creación de videojuegos desbordado de trabajo debido al auge de la empresa. Sus amigos y socios, Declan y Seán, sin la aprobación de Connor, contratan a una joven en prácticas para ayudarlo. El recibimiento, por parte del economista, no es el esperado por la joven, aunque ella confía en demostrar su valía.
Marta ha vuelto a su añorada Irlanda tras graduarse en Burgos, ciudad de sus abuelos paternos con los que ha vivido el último año para alejarse de una mala experiencia. Regresa llena de fuerza y con la esperanza de crease un porvenir profesional en la empresa que ha elegido como la más idónea para conseguirlo. Por eso se siente impotente ante la actitud reacia de su jefe. Cuando comienza a desesperarse, el enfrentamiento de trenes está asegurado, salvo en el caso en el que salga a relucir una luminosa sonrisa...
Pero una persona del pasado regresa al presente de Marta y su mundo comienza a tambalearse, a la vez que en la empresa ocurre algo que aumenta sus problemas. Estos nuevos acontecimientos cambiarán el futuro de los dos y los hará conocerse más íntimamente desatando el deseo y la pasión entre los dos, aunque ambos tienen barreras que no quieren traspasar.
Para él no es el momento de una relación porque su trabajo lo absorbe.
Ella arrastra un secreto que le impide creer en el amor.