Relatos Eróticos Swinger

La sesión de fotos a mi esposa en lencería y desnuda es una historia extensa: cuatrocientas cincuenta y cuatro páginas. Si han leído Relatos Eróticos Swinger saben que algunos relatos son cortos y otros como en Me casé con una puta, constituyen por extensión, una novela.

La sesión de fotos fue un proyecto real así como todo lo escrito aquí. Hemos cambiado los nombres y lugares pero la esencia es la misma: el inexorable cambio que sufren todas las relaciones. ¿Por qué dedicar una novela extensa a un proyecto tan sencillo como una sesión de fotos? Porque es la experiencia que cambió nuestra relación marital.

¿Una sesión de fotos transforma la vida en una modelo, de una cantante profesional, de una porno star? Seguramente no; para ellas, es normal y suponemos, un fastidio: lo hacen con frecuencia. Para una pareja esposo─esposa, con una vida normal, si lo puede hacer.

Cuando hicimos la sesión de fotos subimos el relato a una página de internet muy conocida en el mundo hispanohablante: Todorelatos . Tuvo una aceptación increíble: logramos en unos meses más de 270 000 visitas -Captura de pantalla en el link del prólogo-. Pero nosotros no vivimos de likes ni de aceptación; aunque el relato supondría una triunfo por el número de visitas y el ego diría que lo dejáramos allí para seguir cosechando aplausos, nosotros hicimos lo contrario: decidimos que la experiencia estaba incompleta, que faltaban muchos detalles por escribir y lo eliminamos de la red.

Quisimos escribir el por qué se dio la sesión de fotos pero por otros compromisos lo fuimos aplazando… y pasaron algunos años. Para las personas que escriben, saben que si no hay disciplina, no siempre se tienen ganas e inspiración.

Esta historia está escrita desde el punto de vista de Ernesto y también de Miriam; la escribimos conforme sucedieron los hechos así que en ese momento él no sabía lo que pensaba Miriam y ella no sabía lo que pensaba Ernesto. Lo que anotábamos en la libreta, las reglas, estaba disponible para ambos pero no lo que hacíamos día con día , o lo que pensábamos. Los que son casados saben que una cosa es lo que se hace y otra, lo que se piensa. En la sesión de fotos pasó igual.

Por meses, Miriam le dictó a Ernesto lo que ella quería decir respecto a la historia de la sesión de fotos y él escribió pues es quien edita. Esperamos que la esencia femenina de Miriam no se pierda en la transcripción.