En su viaje por España en 1899, Rubén Darío habla de la literatura española de la época, recoge impresiones en torno a Pío Cid, la creación de Ganivet, y expresa un juicio generalmente compartido; "En Pío Cid hay cimiento para una España futura. Después, cosa que sorprenderá a quien tenga conocimiento de las costumbres literarias de todas partes, y sobre todo de este país, Ganivet no tenía enemigos, y, por lo general, si conversáis con cualquiera de los intelectuales españoles os dirá: "Era el más brillante y el más sólido de todos los de su generación". El gran poeta decía también; "En la conquista del Reino de Maya exprime todos sus zumos de amargas meditaciones, y su forma busca la escritura artística, que en Los Trabajos no se advierte. Aun vemos desarrollarse el período cervantesco; pero las encadenadas y ondulantes oraciones van, por lo general, repletas de médula".