Tras haber derrotado la insidiosa conjuran de Amalric de Tor y del hechicero resurrecto Xaltotum, parece que nada ni nadie podrán apartar ya a Conan del trono de Aquilonia.
Sin embargo, un nuevo enemigo, procedente a su vez del lejano oriente, rapta a su amada reina Zenobia, y para rescatarla, Conan tendrá que viajar muy lejos de su reino, y pasar por todo tipo de pruebas, y pasar por todo tipo de pruebas. Para superarlas, el cimmerio se verá obligado, por primera vez en muchos años, a invocar a Crom, dios ancestral de su tribu.