"Cuando quieras saber algo pero no puedas hallarlo meditando, te aconsejo, mi querido e ingenioso amigo, que converses sobre ello con el primer conocido que te salga al paso. No hace falta, ni mucho menos, que se trate de una cabeza capaz de un agudo pensamiento, y tampoco me estoy refiriendo a que tengas que preguntarle acerca del asunto en cuestión, en absoluto. Más bien se trata de que empieces por contárselo."