¡Su esposa de conveniencia quería negociar el nacimiento de un heredero!
El matrimonio sobre el papel de Millie Piper con el director ejecutivo Benedikt Jónsson le supuso poder controlar su vida. Ahora deseaba tener un hijo, así que lo correcto era pedirle a Ben que se divorciaran. Pero cuando se quedó atrapada en la casa de Ben por una tormenta, descubrió la atracción que sentía por su esposo de conveniencia.
A Ben, un lobo solitario, la petición de divorcio que le hizo Millie le provocó un peligroso deseo. La intimidad de tenerla consigo en su lujosa casa en Islandia amenazaba su implacable dominio de sí mismo, pero no fue nada comparado a la conmoción que le causó lo que le pidió después: ¡que fuera el padre de su hijo!